Al depositar una almeja en el acuario, los primeros en acudir son los Tetraodon Nigroviridis, que despedazan la carne del molusco y lo deboran. El resto de peces comen los trozos de almeja que quedan en suspensión, y las avispas incluso muerden directamente la carne en cuanto los tetraodones se alejan. Parece confirmarse el establecimiento de una jerarquía a la hora de comer.
lunes, 26 de abril de 2010
domingo, 25 de abril de 2010
Prueba de alimento: Gamba
Probamos un alimento "alternativo" a los comerciales para peces. Vamos a probar con una gamba pequeña o camarón grande que podremos encontrar en cualquier tienda de congelados. En este caso, una vez descongelada, le he quitado la cáscara de todo el cuerpo salvo la de la cabeza, para evitar una mayor contaminación del acuario y facilitar el trabajo de los peces. Le he atado un hilo a la cabeza para realizar movimientos que simulasen los de la gamba viva y despertar así el instinto de captura de los carnívoros.
Como resultado, podemos ver que los Tetraodon Nigroviridis se interesan por la comida antes incluso de que ésta entre en el acuario. Los Brachygobius sp. parecen acercarse al alimento una vez que los globos se han saciado y la abandonan, estableciéndose una jerarquía en la que omnívoros como los mollys ocuparían un segundo puesto, comenzando a ingerir los pedazos resultantes de los mordiscos de los globos, para posteriormente morder directamente la carne de la gamba.
La única que se muestra impasible ante el banquete parece ser la anguila espinosa (Macrognatus Aculeatus), que hasta el momento sólo ha mostrado interés por las larvas de mosquito.
El vídeo con la prueba:
Como resultado, podemos ver que los Tetraodon Nigroviridis se interesan por la comida antes incluso de que ésta entre en el acuario. Los Brachygobius sp. parecen acercarse al alimento una vez que los globos se han saciado y la abandonan, estableciéndose una jerarquía en la que omnívoros como los mollys ocuparían un segundo puesto, comenzando a ingerir los pedazos resultantes de los mordiscos de los globos, para posteriormente morder directamente la carne de la gamba.
La única que se muestra impasible ante el banquete parece ser la anguila espinosa (Macrognatus Aculeatus), que hasta el momento sólo ha mostrado interés por las larvas de mosquito.
El vídeo con la prueba:
martes, 20 de abril de 2010
¿Qué es un acuario de agua salobre?
Para empezar, creo que esta es una buena pregunta. Cualquier aficionado a la acuariofilia, estará acostumbrado a ver, en cualquier tienda de animales, una variedad, más o menos extensa, de peces de agua dulce de distintas procedencias y condiciones ambientales. Probablemente también esté familiarizado con algunos acuarios de agua marina, aunque éstos sean menos comunes en las tiendas.
El agua salobre, es precisamente la que se encuentra en medio de éstas dos aguas: ni totalmente dulce, ni totalmente marina. A modo de orientación, diremos que la densidad específica -factor que suele utilizarse para medir la cantidad de sal en el agua por medio de un "densímetro"- del agua dulce, es de 1000kg/m3. El agua del mar tiene una densidad aproximada de 1024kg/m3. En las aguas salobres encontraremos valores intermedios, siendo las más comunes en los acuarios de estas características, las mediciones que van entre 1003 y 1010kg/m3.
¿Dónde encontramos agua salobre?
En la naturaleza, son varios los lugares en los que existe agua salobre, normalmente resultante de la mezcla de agua marina con agua dulce:
-Estuarios
-Cursos bajos de los ríos
-Manglares
-Lagos de agua salobre
Pues bien, al igual que sucede con un amazónico, un malawi, o uno de arrecife, en un acuario salobre, trataremos de reproducir las condiciones ambientales de uno de estos ecosistemas.
¿Qué se necesita para instalar un acuario de agua salobre?
En principio, lo que vamos a necesitar para un acuario salobre, va a ser lo mismo que para un acuario tropical de agua dulce:
-Una urna
-Pantalla de luz
-Calentador
-Termómetro
-Filtro
Y un utensilio que nos será imprescindible y no se usa en agua dulce: el densímetro.
Con este sencillo aparato, iremos midiendo la densidad específica del agua de nuestro acuario y, con ello, la cantidad de sal que se encuentra disuelta en ella.
Además de estos elementos, vamos a necesitar los propios de cualquier acuario de agua dulce: test varios, anticloro, fertilizantes en caso de tener plantas,etc. Y por supuesto: la sal.
¿Qué sal debemos usar?
Pese a que numerosos acuaristas hacen otras recomendaciones, como la sal marina pura que podemos encontrar en tiendas naturistas, lo más seguro y recomendable, es utilizar sal específica para acuarios de agua marina.
¿Por dónde empezar?
Los comienzos para un acuario de agua salobre, van a ser exactamente los mismos que para uno de agua dulce. Es más, de hecho, recomiendo realizar los primeros pasos como si de uno de agua dulce se tratase, por motivos que expondré más adelante.
En primer lugar, y una vez montada la urna, el sustrato, elementos decorativos que queramos utilizar, plantas, etc., comenzaremos el ciclado del acuario. Sobre el ciclado podríamos escribir un artículo entero, de modo que no me extenderé aquí sobre el modo de hacerlo.
Una vez que tengamos el ciclado hecho, podremos incorporar los peces. Y es aquí donde encontramos la primera ventaja de haber usado -hasta ahora- sólo agua dulce: en la mayoría de las tiendas de animales, los peces de agua salobre son mantenidos en agua dulce, de modo que es mejor que cuando lleguen a nuestros acuarios se encuentren con agua de similares características, y las condiciones vayan cambiando poco a poco para que la aclimatación sea óptima. Si esta aclimatación va a ser agradecida por los peces, lo será mucho más por las plantas, que son más sensibles a la salinidad, y necesitarán una aclimatación más lenta y delicada.
Partiendo de esta agua dulce, y una vez tengamos dentro a todos los inquilinos, podemos comenzar a agregar sal, poco a poco, aprovechando los cambios de agua. Insisto en que debemos ser más lentos a la hora de subir la salinidad en caso de que mantengamos plantas en el acuario, pudiendo tomar a modo de orientación, la subida de 1kg/m3 cada mes. De modo que, si partimos de una densidad de 1000, en 3 meses alcanzaremos 1003.
Si mantenemos plantas, haciéndolo de este modo disminuiremos mucho las posibilidades de que se produzcan bajas entre ellas. En caso de que el acuario no esté plantado, la subida de salinidad podría ser algo más rápida, no siendo recomendables subidas de más de 2kg/m3 por mes.
Espero que con esto tengáis la información básica necesaria para animaros a iniciar un acuario de agua salobre que seguro os proporcionará muchas satisfacciones.
Próximamente iré publicando artículos sobre mantenimiento, especies de peces, plantas e invertebrados, equipamiento, alimentación, etc.
No dudéis en realizar cualquier consulta o comentario a través del propio blog, ya que, sin duda, servirá para que todos aprendamos un poco más.
El agua salobre, es precisamente la que se encuentra en medio de éstas dos aguas: ni totalmente dulce, ni totalmente marina. A modo de orientación, diremos que la densidad específica -factor que suele utilizarse para medir la cantidad de sal en el agua por medio de un "densímetro"- del agua dulce, es de 1000kg/m3. El agua del mar tiene una densidad aproximada de 1024kg/m3. En las aguas salobres encontraremos valores intermedios, siendo las más comunes en los acuarios de estas características, las mediciones que van entre 1003 y 1010kg/m3.
¿Dónde encontramos agua salobre?
En la naturaleza, son varios los lugares en los que existe agua salobre, normalmente resultante de la mezcla de agua marina con agua dulce:
-Estuarios
-Cursos bajos de los ríos
-Manglares
-Lagos de agua salobre
Pues bien, al igual que sucede con un amazónico, un malawi, o uno de arrecife, en un acuario salobre, trataremos de reproducir las condiciones ambientales de uno de estos ecosistemas.
¿Qué se necesita para instalar un acuario de agua salobre?
En principio, lo que vamos a necesitar para un acuario salobre, va a ser lo mismo que para un acuario tropical de agua dulce:
-Una urna
-Pantalla de luz
-Calentador
-Termómetro
-Filtro
Y un utensilio que nos será imprescindible y no se usa en agua dulce: el densímetro.
Con este sencillo aparato, iremos midiendo la densidad específica del agua de nuestro acuario y, con ello, la cantidad de sal que se encuentra disuelta en ella.
Además de estos elementos, vamos a necesitar los propios de cualquier acuario de agua dulce: test varios, anticloro, fertilizantes en caso de tener plantas,etc. Y por supuesto: la sal.
¿Qué sal debemos usar?
Pese a que numerosos acuaristas hacen otras recomendaciones, como la sal marina pura que podemos encontrar en tiendas naturistas, lo más seguro y recomendable, es utilizar sal específica para acuarios de agua marina.
¿Por dónde empezar?
Los comienzos para un acuario de agua salobre, van a ser exactamente los mismos que para uno de agua dulce. Es más, de hecho, recomiendo realizar los primeros pasos como si de uno de agua dulce se tratase, por motivos que expondré más adelante.
En primer lugar, y una vez montada la urna, el sustrato, elementos decorativos que queramos utilizar, plantas, etc., comenzaremos el ciclado del acuario. Sobre el ciclado podríamos escribir un artículo entero, de modo que no me extenderé aquí sobre el modo de hacerlo.
Una vez que tengamos el ciclado hecho, podremos incorporar los peces. Y es aquí donde encontramos la primera ventaja de haber usado -hasta ahora- sólo agua dulce: en la mayoría de las tiendas de animales, los peces de agua salobre son mantenidos en agua dulce, de modo que es mejor que cuando lleguen a nuestros acuarios se encuentren con agua de similares características, y las condiciones vayan cambiando poco a poco para que la aclimatación sea óptima. Si esta aclimatación va a ser agradecida por los peces, lo será mucho más por las plantas, que son más sensibles a la salinidad, y necesitarán una aclimatación más lenta y delicada.
Partiendo de esta agua dulce, y una vez tengamos dentro a todos los inquilinos, podemos comenzar a agregar sal, poco a poco, aprovechando los cambios de agua. Insisto en que debemos ser más lentos a la hora de subir la salinidad en caso de que mantengamos plantas en el acuario, pudiendo tomar a modo de orientación, la subida de 1kg/m3 cada mes. De modo que, si partimos de una densidad de 1000, en 3 meses alcanzaremos 1003.
Si mantenemos plantas, haciéndolo de este modo disminuiremos mucho las posibilidades de que se produzcan bajas entre ellas. En caso de que el acuario no esté plantado, la subida de salinidad podría ser algo más rápida, no siendo recomendables subidas de más de 2kg/m3 por mes.
Espero que con esto tengáis la información básica necesaria para animaros a iniciar un acuario de agua salobre que seguro os proporcionará muchas satisfacciones.
Próximamente iré publicando artículos sobre mantenimiento, especies de peces, plantas e invertebrados, equipamiento, alimentación, etc.
No dudéis en realizar cualquier consulta o comentario a través del propio blog, ya que, sin duda, servirá para que todos aprendamos un poco más.
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